EN EL AMOR CONFIAMOS

Por: Mario Arango Escobar.

DSC_1493WANG XIAOSHUAI

Nació en 1966 en Shanghai. Estudió en la Academia Central de Bellas Artes de Pekín. Posteriormente complementó sus estudios en la Academia de Cinematografía de Pekín. Después de graduarse, trabajó durante un tiempo en los estudios oficiales de la República Popular China para comenzar luego a trabajar de forma independiente.

Su inicio en la dirección ocurre en 1994, año en el cual dirige “The Days» (Dong-Chun De Rizi), película que narra el final de la relación de una pareja de pintores en la China post-Tiananmen, en la que toda una joven generación empieza a cuestionarse su futuro.

“Frozen” (Jidu hanleng) del año 1997. Es la historia de un artista y pintor, que durante la realización de una de sus “acciones”, decide suicidarse.

“Demasiado cerca del paraíso” (Biandan, guniang, 1999). Dos jóvenes agricultores abandonan el campo en busca de mejores condiciones de vida. Sus caminos toman rumbos diferentes y se ven envueltos en situaciones que los comprometen con las autoridades policiales.

Pero sería “La bicicleta de Pekín” (Shiqi sui de dan che, 2001), la que lo daría a conocer internacionalmente. El film nos cuenta la historia de un joven mensajero a quien la empresa le financia una bicicleta para que pueda cumplir con sus labores. Un día cualquiera la bicicleta desaparece. Después de mucho buscar, encuentra a un joven haciendo uso de ella, y dice haberla comprado. Para solucionar el problema, los dos muchachos deben compartir la bicicleta. La película obtuvo el Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín en el año 2001.

En el año 2005, realiza “Sueños de Shanghai” (Qinghong). Narra el éxodo de muchas familias chinas desde las ciudades a regiones deprimidas del país para impulsar su desarrollo.

“Después de la guerra” (Jeonjaeng geu ihu, 2006). Se trata de tres cortometrajes en torno a la guerra y sus consecuencias.

En el amor confiamos” (Zou you, 2008), película que presentaremos en nuestro cineclub.

“Chongqing Blues” (Rizhao Chongqing, 2010) cuenta la historia de un hombre divorciado que regresa a la ciudad 14 años después de abandonar a su familia, ahí sabrá que su hijo, al que no veía desde hacía diez años, ha sido asesinado por un policía.

11 Flowers (Wo 11, 2011). El film describe la convulsa época previa a la muerte de Mao Zedong a través de la mirada de un niño.

421014“EN EL AMOR CONFIAMOS” / ZOU YOU. (2008). GÉNERO: DRAMA. PAÍS: CHINA. DURACIÓN 115’.

Dirección y guión: Wang Xiaoshuai. Intérpretes: Liu Weiwei, Zhang Jiayu, Yu Nan, Cheng Kaisheng, Zhang Chuqian. Fotografía: Wu Di. Música: Dou Wei.

Sinopsis: Hehe, es una niña que sufre una rara enfermedad sanguínea. La única posibilidad que hay de salvarla es a través de un trasplante de médula ósea. Sus padres son descartados como posibles donantes, de tal suerte que la única posibilidad es la de que éstos tengan otro hijo. Sin embargo, tanto el padre como la madre viven ahora con parejas diferentes…

En medio del vértigo que caracteriza a la Pekín de hoy, nos encontramos con Mei Zhu, una vendedora de propiedad raíz. Su vida transcurre feliz al lado de su segundo esposo Lao Zie, y de su pequeña hija Hehe.

Un día cualquiera la pequeña niña empieza a presentar una sintomatología que hace que sus padres la lleven al hospital. Allí, después de varios exámenes de laboratorio, le diagnostican una rara enfermedad de la sangre. Para que Hehe sobreviva, es necesario recurrir a un trasplante de médula ósea. Como primeros donantes se presentan los padres biológicos de la niña. Sin embargo, ninguno de ellos logra obtener el visto bueno para dicha intervención.

Mei Zhu, en un último intento por salvar la vida de la pequeña, contempla la posibilidad de tener otro hijo y aprovechar el cordón umbilical para obtener células madre que permitan contrarrestar la enfermedad. Pero para que esta opción sea efectiva, el padre del nuevo niño debe ser el ex-marido de Mei Zhu.

Una vez que Xiao Lu, el padre biológico de Hehe, conoce la situación de la niña, y la propuesta de su antigua esposa, irrumpe en la historia el conflicto, ya que es necesario contar con la aprobación de Dong Fan, la actual compañera de Xiao Lu, quien también anhela convertirse en madre.

A partir de este momento, seremos testigos de la pugna de intereses entre las dos parejas, situación que el guión desarrolla muy acertadamente, y que además permite advertir una muy lograda construcción de personajes.

Además de lo anterior, la historia que vemos en pantalla nos resulta creíble, gracias al tacto con el cual está tratada, y sobre todo al magnífico trabajo de los actores.

Cabe advertir que si bien los cuatro actores protagonistas logran con sobrados méritos su cometido, es Weiwei Liu, en el papel de madre de Hehe, quien lleva sobre sus hombros el peso de la película, logrando momentos de gran intensidad dramática.

Algo que habría que destacar, es la importancia que el director y guionista le concede a los gestos, a las miradas, incluso por encima de los diálogos, pues también hay bastantes silencios en el film. A través de este lenguaje sin palabras, los personajes nos brindan información sobre sus sentimientos y estados de ánimo, y nos permiten conocer el drama que están padeciendo.

“En el amor confiamos” es una película que nos habla de maternidad y de paternidad, de confianza, de amor. De los cambios que ha experimentado la sociedad contemporánea, particularmente en la familia. Una película que permite muchas lecturas, y reflexiones, que nos invita a plantearnos qué haríamos frente a una situación similar.

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Premios: 2008: Festival de Berlín: Oso de Plata al mejor guión.

WELCOME

Por: Mario Arango Escobar.

Philippe_LioretPHILIPPE LIORET

Nació el 10 de Octubre de 1955 en París. Se desempeñó como ingeniero de sonido en varios largometrajes antes de decidirse a debutar en la realización, hecho que ocurre en 1993, cuando dirige “En tránsito”/Tombés du ciel. La película narra la retención forzada, que Arturo, junto con otro grupo de personas, debe soportar en el aeropuerto Charles de Gaulle, el día  de Año Nuevo.

En 1997, nos introduce con “Tenue correcte exigée”, en tono de comedia, en una importante reunión de empresarios de todo el mundo.

En “El desliz”/Mademoiselle (2001), una agente de ventas cuya vida parece resuelta: casada y con dos hijos, un día casualmente conoce a un hombre con  quien sostiene una aventura ocasional.

“No me vengas con historias”/ Pas d’histoires! (2001). Varios directores se unen para realizar una serie de cortometrajes que tienen que ver con el racismo.

En su película “El Extraño”/ L’ Equipier (2004), Camille decide emprender la reparación de la vieja casa de la familia, antes de ponerla en venta. Estando allí encuentra un libro que narra acontecimientos del pasado totalmente desconocidos para ella.

“Je vais bien, ne t’en fais pas” (2006). Después de sus vacaciones, Claire se entera que su hermano se ha ido de la casa, tras haber discutido con su padre. Al cabo de unos días sin sabe nada de su paradero, Claire decide ir en su búsqueda.

“Bienvenido”/Welcome (2009), película que analizaremos en nuestro cineclub.

“Toutes nos envíes” (2011) aguda crítica a la actual modalidad de “prestamos fáciles”, que ofrecen las entidades financieras.

welcome_hautWELCOME (2009.) GÉNERO: DRAMA. PAÍS: FRANCIA. DURACIÓN: 110’.

Dirección: Philippe Lioret. Guión: Philippe Lioret, Emmanuel Courcol, Olivier Adam. Intérpretes: Vincent Lindon, Firat Ayverdi, Audrey Dana, Patrick Ligardes, Thierry Godard, Selim Akgül, Firat Celik, Murat Subasi, Olivier Rabourdin, Yannick Renier, Derya Ayverdi. Fotografía: Laurent Dailland. Música: Nicola Piovani, Wojciech Kilar, Armand Amar.

Sinopsis: cuenta la historia de un joven de origen kurdo-iraní,  que ha recorrido todo Oriente Próximo hasta llegar a Francia. Está empeñado en reunirse con su novia que vive en Inglaterra. Sin embargo su condición de ilegal le impide cumplir con su  sueño, y debe buscar una forma nada convencional de cruzar el Canal de la Mancha.

Philippe Lioret nos presenta una historia sencilla, que aborda el tema de la inmigración con dos historias de amor que corren paralelas: la de Balil (Firat Ayverdi), el joven que busca reunirse con su amada, y la del profesor de natación Simon Calmat (Vincent Lindon)  que sufre la reciente separación de su esposa.

Inicialmente, entre Balil y Simon hay una gran distancia, pero a  medida que el metraje avanza nace entre ellos sentimientos de gran amistad, comprensión y complicidad. Y será esta relación la que le imprima cuerpo y emotividad a la historia.

Para Vincent, el entrenador de natación, la llegada a su vida del joven kurdo, es crucial  para superar la pérdida de su mujer, pero al mismo tiempo, la pasión del muchacho, su tenacidad por encontrarse con su novia, venciendo todos los obstáculos, le permitirá valorar lo que significa el verdadero amor. El sueño de Balil se convertirá en el mejor pretexto para seguir adelante.

Para Balil, la mano que Vincent le tiende, es definitiva para lograr su sueño, para compensar ese desamparo que significa ser ilegal en un país como Francia.

El cineasta francés, que también participa en la escritura del guión, da muestra de su talento al enlazar las dos historias de amor con una problemática actual como lo es la situación de los inmigrantes ilegales en Europa. Su mirada crítica es evidente frente a las políticas estatales. Recordemos la escena en la cual Simon apaga el televisor cuando Sarkozy pronuncia un discurso alusivo al tema. Igualmente aguda es la crítica que el film hace al sistema policial y a ciertas costumbres islámicas.

“Welcome” logra que el espectador se involucre emocionalmente con los personajes, gracias a una muy esmerada construcción de los personajes, a una lograda interpretación por parte del grupo de actores y a la magnífica dirección de éstos. En este apartado, es menester mencionar a Vincent Lindon, quien logra con una actuación contenida, perfilar un personaje verosímil, lleno de matices, cercano al espectador. Por su parte, el trabajo actoral  de Firat Ayverdi, en el papel de Balil, merece todo el reconocimiento, pues tratándose de un actor no profesional, logra un personaje lleno de intensidad y naturalidad, trasmitiendo al espectador ese sentimiento de desamparo y el deseo de  vencer todos los obstáculos.

En el apartado técnico, destaco el realismo en la fotografía, a cargo de Laurent Dailland, que en base a tonos fríos y grises, compone una atmósfera acorde con la historia. Por su parte la música, del notable compositor Nicola Piovani, consigue a base de magistrales acordes de piano, reforzar ese tono nostálgico y melancólico que acompaña todo el metraje.

En definitiva, “Welcome”, es una película que nos acerca a un drama de palpitante actualidad como lo es el que deben padecer miles y miles de personas en todo el mundo, que buscando el amor o la realización de sueños imposibles, deben enfrentarse al sufrimiento que implica ser extranjero en tierra extraña.

Premios:                                                                                                                       2009: Festival de Berlín – Sección Panorama: Premio Label Europa Cinemas.              2009: Festival de Gijón: Mejor Guión.                                                                            2009: Premios César: 10 nominaciones incluyendo a Mejor Película.

THE DEEP BLUE SEA

Por: Mario Arango Escobar.

Terence-DaviesTERENCE DAVIES

Nació en 1945 en Kensington (Inglaterra). Estudió en la Escuela de Drama de Coventry. Allí escribió su primer corto autobiográfico titulado “Children” (1976). Posteriormente ingresó a la Escuela Nacional de Cine, y allí escribió y dirigió “Madonna and Child” (1980), donde narra sus años como oficinista en Liverpool.

En 1983 realiza “Death and Transfiguration” donde se imagina las circunstancias en la que sucede su muerte.

En 1984, reúne en una sola producción, estas primeras películas, bajo el nombre de “La trilogía de Terence Davies

“Voces distantes, vidas suspendidas” (Distant Voices, Still Lives, 1988)  un sincero homenaje a su madre y a los tiempos en que la radio era una presencia cercana en el ámbito familiar.

«El largo día acaba» (The Long Day Closes, 1992). La película muestra la cotidianidad de una familia de clase obrera, en los años 50, a través de, los ojos de Bud, el miembro más joven.

“La biblia de Neón” (The Neon Bible, 1995) en la que Davies muestra un adolescente rememorando de forma poética sus vivencias en la Georgia de los años 40.

“La casa de la alegría” (The House of Mirth, 2000) cuenta la historia de Lily Bart, una joven de la alta sociedad neoyorquina venida a menos, que se niega a celebrar un matrimonio de conveniencia y que tampoco acepta la vida que le ofrecen otros de sus pretendiente.

“The Deep Blue Sea» (2011), película que analizaremos en nuestro cineclub.

the-deep-blue-sea-foto4THE DEEP BLUE SEA/ ELPROFUNDO MAR AZUL (2011). GÉNERO: DRAMA. PAÍS: REINO UNIDO. DURACIÓN: 98’.

Direción y guión: Terence Davies, con base en la obra homónima de Terence Rattigan. Intérpretes: Rachel Weisz, Tom Hiddleston, Simon Russell Beale, Ann Mitchell, Harry Hadden-Paton, Sarah Kants, Steve Conway, Jolyon Coy. Fotografía: Florian Hoffmeister. Música: Samuel Barber.

Sinopsis: en el marco de la Inglaterra de los años 50, Hester, una mujer joven y hermosa, vive agobiada por la monótona vida que le ofrece su anciano esposo, un prestigioso juez del Tribunal Supremo. Un día Hester conoce un ex piloto, del que queda prendada de inmediato, experiencia que dará un giro total a su existencia…

«Freddie, te escribo esta carta porque quisiera decirte tantas cosas… y créeme, esta vez quiero morirme de verdad». Estas palabras, llenas de dolor, que dan inicio a la película, nos hablan del estado emocional de la mujer que habla, y sirven para marcar el tono de la historia que veremos a continuación.

Después de esta magnífica introducción, la cámara hace un travelling horizontal y recorre un edificio en ruinas (huella de los recientes bombardeos que la capital británica sufrió durante la II Guerra Mundial.) y a continuación, asciende en travelling vertical, hasta la habitación donde Hester (una mujer también devastada emocionalmente), después de cerrar las cortinas, se prepara para poner fin a su vida… Este doble juego de desplazamientos de la cámara remite a estados de reposo y movimiento ascendente, de aceleración, que se corresponden con ese estado bipolar en el que esta mujer se debate permanentemente.

A partir de aquí, la narración se ocupará, mediante un acertado manejo de los cambios temporales (pasado, presente, pasado), de los recuerdos de Hester, para mostrarnos las motivaciones que la llevaron a tomar la fatal decisión. Conoceremos el distanciamiento que existe entre ella y su adinerado esposo, que si bien la ama, no le puede brindar la pasión que Fredie, el amante ocasional le ofrece.

Tratándose de una historia que busca develar la tragedia de una mujer que se encuentra “entre la espada y la pared”, la elección de Rachel Weisz es todo un acierto del director británico. La actriz, literalmente se come la pantalla en uno de los mejores trabajos de toda su carrera. La forma como logra trasmitir esa ambivalencia e inseguridad de su personaje (Hester), es absolutamente destacable. Por su parte, Tom Hiddleston como el apasionado Freddie Page, se constituye en un complemento perfecto para Weisz, y borda correctamente su papel.

La puesta en escena con el trasfondo de la niebla londinense, y esos ambientes que remiten a los años 50, son realmente maravillosos. Todo el trabajo de ambientación está al servicio de esa atmósfera nostálgica y tristona, muy acorde con las emociones y sentimientos de la protagonista. Igual sucede con la fotografía a cargo de Florian Hoffmeister, quien a base de colores agrisados y opacos refuerza el tono de la historia. El trabajo con la luz, también es digno de mencionar pues remarca ese estado de soledad que acompaña a Hester durante casi todo el metraje.

Un elemento fundamental, además de los ya comentados de la puesta en escena y la fotografía, lo constituye la banda sonora. En este caso Davies ha elegido El concierto para Violín de Samuel Barber, una pieza hermosa pero llena de acordes nostálgicos y evocaciones románticas, muy apropiados para acompañar el dilema existencial de Hester.
Al igual que el inicio del film, lleno de elementos metafóricos, nos encontramos con un final donde las imágenes están llenas de contenido. Aquí, la cámara repite a la inversa, los mismos movimientos del comienzo. Hester, sonriente, abre las cortinas de su habitación, que se inunda de luz. El travelling desciende hasta la calle, para luego desplazarse, horizontalmente hasta la edificación en ruinas… Una historia circular, con un manejo del tiempo ya característico de Terence Davies, y con un final que nos propone diversas lecturas…

EL FIN DEL MUNDO

Por: Mario Arango Escobar.

Dorota KedzierzawskaDOROTA KEDZIERZAWSKA

Nació en Lodz (Polonia) en 1957. Se graduó en Estudios Culturales en la Universidad de Lodz en 1981.  Estudió dos años de dirección de cine en Moscú y regresó a Lodz donde se graduó en la Escuela Nacional de Cine.

Con «Diablos, Diablos» (Diabły, diabły, 1991), recibió Mención Honoraria como directora en el Festival de Cine Polaco de Gdynia.

En su filmografía se destacan obras como “Cuervos” (Wrony, 1994). Con este film recibió el premio Coup de Coeur en Cannes y los premios de los periodistas y del público en Gdynia. Es la historia de una niña que no cuenta con el amor de su madre. Para compensar sus carencias afectivas, secuestra a una compañera de clase, pretendiendo convertirse en madre de la pequeña.

Por «Nada» (Nic), Kędzierzawska obtuvo la mejor dirección en los Premios Águila de Cine de la Academia en Polonia en 1998. «Yo soy» (Jestem) fue por su parte laureado con el Premio especial del Jurado en el Kinderfilmfest de la Berlinale 2006 y ganó también la Mejor Cinematografía, Banda Sonora y Sonido en los Premios Águila en 2005. En este film, Kundel es un niño que escapa de un orfanato para encontrarse con su madre, pero ésta lo rechaza, por lo que el pequeño tiene  que emprender una dura lucha por sobrevivir.

“Tiempo de morir”/Pora umierac (2007) película que ya analizamos en nuestro cineclub.

“Mañana será mejor”/Jutro bedzie lepiej (2010). Crónica de tres niños solos que tienen un deseo común: alcanzar la frontera y cruzar hasta ese lugar que para ellos representa la promesa de una nueva vida. «Otro mundo» (Inny Swiat, 2012).

2vt6zozEL FIN DELMUNDO/KONIEC SWIATA (1998). GÉNERO: DRAMA. PAÍS: POLONIA. DURACIÓN: 57’.

Dirección y guión: Dorota Kedzierzawska. Intérpretes: Antoni Majak, Emilia Ziólkowska. Fotografía: Zdzislaw Najda. Música: Zdzislaw Szostak.

Sinopsis: emotiva y realista aproximación a la existencia rutinaria de una pareja de ancianos que llevan juntos varios años.

Dorota Kedzierzawska, de quien ya hemos visto “Tiempo de morir”, de nuevo nos sorprende con esta película hecha para la televisión, en la que ya daba muestras de su particular mirada y de su talento como directora.

Haciendo gala de una narrativa totalmente minimalista, en la cual prescinde de las palabras para concentrarse netamente en lo esencial: las miradas, los silencios…la directora polaca construye una historia contundente y hermosa.

Podría afirmarse que la película es muda, a no ser por los mínimos y magníficos diálogos, pronunciados en tercera persona. Este casi absoluto silencio está perfectamente compensado con la sutil y exquisita música a cargo de Zdzislaw Szostak, que envuelve la historia en una atmósfera nostálgica y evocadora.

Visualmente, esta temprana obra de su filmografía también se despoja de todo artificio en una puesta en escena austera donde la fotografía en blanco y negro, de una calidad indiscutible, y el tratamiento armonioso de luces y  sombras, se impone para otorgarle al relato ese trasfondo penumbroso tan acertado.

Por su parte, la cámara, enamorada del par de ancianos, persigue sus rostros sigilosamente para entregarnos unos primeros planos en los cuales podemos apreciar con todo detalle, no sólo el paso del tiempo sino también la picardía y a veces, la rabia que reflejan sus miradas. Igual sucede con los objetos que decoran las estancias de la casa, y que son prácticamente la única escenografía. Objetos de gran sencillez, que por gracia de una mirada llena de poesía, se dignifican y adquieren otra dimensión.

La historia termina siendo además de conmovedora, reveladora de una relación en la que el tiempo ha hecho estragos, y se convierte en torturante rutina. A pesar del mutismo que se ha establecido entre el par de viejos, aún quedan restos de ternura entre ellos y ninguno de los dos puede vivir sin el otro.

Con “El fin del mundo», Dorota Kedzierzawska, nos da una verdadera lección del mejor cine, y nos reitera que en medio de la simplicidad, sin diálogos, sólo a base de imágenes, se pueden realizar películas de singular belleza.

WHALE RIDER

Por: Mario Arango Escobar.

Niki CaroNIKI CARO

Nació en 1967 en Wellington (Nueva Zelanda). Se gradúo en Artes Plásticas en la Escuela Elam de la Universidad a Auckland en 1988. Tiene un Máster en Bellas Artes de la Universidad de Swinburne en Melbourne.

Su primer acercamiento al arte fue a través de la escultura en metal, pero luego optó por el cine. Su aprendizaje de este medio fue autodidacta, y todo lo aprendió a través de la lectura de libros especializados en el tema. Inició su carrera como cineasta, realizando series y cortometrajes para la televisión. Su primera experiencia fue dirigiendo la serie de televisión “Another Country”.

Su cortometraje, Sure to Rise (1994), fue nominado a la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes. En 1996, su cortometraje “Footage” partició en la selección oficial del Festival de Cine de Venecia.

Su primer largometraje “Memoria y deseo” (Memory & Desire) (1997), narra la historia de una mujer que debe sobreponerse a la muerte de su esposo, pocos días después que ocurre la boda. Con esta película, Caro obtuvo el Premio Especial del Jurado en los Premios de Cine de Nueva Zelanda.

Pero fue su segunda película “Whale Rider” (Jinete de ballenas), la que le dio a conocer internacionalmente, recibiendo más de 50 premios internacionales, incluyendo premios del público en prestigiosos festivales internacionales como Toronto y Sundance. Este film lo analizamos en el cineclub.

En “Tierra de hombres” (North Country) (2005). Cuando fracasa su matrimonio, una mujer con dos hijos regresa a su pueblo y se enrola en una mina, donde debe soportar la convivencia con un grupo de hombres que no la tratan nada bien.

Después de hacer North Country, Caro volvió a Nueva Zelanda para escribir y dirigir la película “The Vintner’s Luck” (2009). Un drama romántico de fantasía, ambientado en la Francia del siglo XIX. El film gira alrededor de Sobran, un joven campesino productor de vino, y las tres figuras importantes de su vida – su hermosa esposa Celeste, la baronesa Aurora de Valday y un ángel llamado Xas.

whale27hWHALE RYDER/JINETE DE BALLENAS (2002). GÉNERO: DRAMA. PAÍS: NUEVA ZELANDA. DURACIÓN: 105’.

Dirección: Niki Caro. Guión: Witi Ihimaera. Intérpretes: Keisha Castle-Hughes, Rawri Paratene, Vicky Haughton, Cliff Curtis, Rawinia Clarke, Tammy Davis, Grant Roa, Mana Taumaunu, Rachel House. Fotografía: Leon Narbey. Música: Lisa Gerrard.

Sinopsis: una niña maorí resuelta a preservar las tradiciones de su pueblo, quiere heredar de su abuelo el liderazgo de la pequeña comunidad en que vive, pero éste no puede aceptar que sea una mujer la elegida para este objetivo.

Las primeras secuencias del film que tienen como telón de fondo las hermosas imágenes del mar, y la voz en off de la niña protagonista, nos sumergen en el universo de la tribu maorí y la leyenda sobre sus antepasados. Una leyenda que daría origen a la novela de Witi Ihimaera, sobre la que está basada la película.

En la pequeña población de Whangara, los indígenas maoríes, aseguran que proceden de Paikea, un mítico ser que naufragó en el mar y que a lomo de una ballena que lo rescató, finalmente llega a Nueva Zelanda. Esta antigua creencia sobre el origen de su tribu, confiere una singular importancia a los varones, particularmente a los primogénitos, quienes están destinados a convertirse en los jefes de su comunidad.

Cuando ocurre el nacimiento de Pai, no hay alegría en su familia. Su padre llora la pérdida de su esposa y de su hijo varón. El abuelo, atado a las tradiciones, ve cómo la esperanza de un sucesor se ha esfumado.

No obstante el rechazo de su abuelo, que no considera a su nieta merecedora de tomar el liderazgo de su pueblo, la niña está convencida que ella está destinada a sucederle en su papel de jefe. Su lucha y obstinación para ser aceptada por su familia, sin que ello implique sumisión,  serán el motor de la historia.

La directora neozelandesa construye su relato mediante una narrativa sencilla, de ritmo sosegado y tranquilo. No hace uso de grandes escenarios, ni de sofisticados efectos especiales, y sus actores son casi desconocidos.

En medio de todo el reparto de actores y actrices, sobresale, sin lugar a dudas, la niña Keisha Castle-Hughes (Paikea) quien logra una interpretación emotiva y convincente que la hizo merecedora a la nominación a los Premios Oscar como mejor actriz. Igualmente destacables son las  actuaciones de  Vicky Haughton, y Rawiri Paratene en el papel de abuela y abuelo de Paikea, respectivamente.

Dentro del apartado técnico, mención especial merece el trabajo de fotografía a cargo de Leon Narbey, quien con imágenes de una singular belleza y cuidada composición, nos hace partícipes del paisaje exótico de Nueva Zelanda.

De otro lado, la exquisita banda sonora compuesta por Lisa Gerrard, en la que se funden de manera perfecta los cantos de las ballenas, con los cantos tradicionales de la cultura maorí, constituyen un trasfondo perfecto a esta bella historia.

Aunque aparentemente muy sencilla, “Jinete de ballenas” es una película que nos propone reflexiones muy profundas. Además de introducirnos en las tradiciones y la cultura maorí, nos invita a reflexionar en la importancia que significa luchar por la identidad de nuestros pueblos.

Algo que está muy bien expresado en el film, es el significado y la fuerza que tienen los esfuerzos colectivos, sin importar si el líder es hombre o mujer, para conseguir las metas de la comunidad. Un concepto que queda plasmado en las bellas imágenes que muestran a jóvenes y viejos, hombres y mujeres, remando, bajo las órdenes de la joven lidereza. Preciosa metáfora que cierra la película.

LA NOVIA POLACA

Por: Mario Arango Escobar.

220240-300-451-scaleKARIM TRAIDIA

Nació en 1949 en Besbes (Argelia). Estudió sociología en París y se trasladó a Holanda en 1979. En 1991 completó sus estudios en la Academia de Cine y Televisión de los Países Bajos. Desde entonces ha trabajado como cineasta.

Su debut en el largometraje ocurre en 1998 con “La novia polaca” (De poolse bruid), película que analizamos en el cineclub.

Otras de sus realizaciones destacables son:

“Eilandgasten” (2005), una película conformada por varias historias individuales de un grupo de amigos que se reúnen para disfrutar el verano. Este encuentro hará posible que todos compartan sus deseos, miedos y esperanzas.

“El valor de la verdad” (Les diseurs de vérité) (2000), un film que narra, en clave de drama, la persecución política de un periodista en Argelia.

B9949009-4CLA NOVIA POLACA/ DE POOLSE BRUID (1998). GÉNERO: DRAMA. PAÍS: HOLANDA. DURACIÓN: 89’.

Dirección: Karim Traïdia. Guión: Kees van der Hulst. Intérpretes: Jaap Spijkers, Monic Hendrickx, Rudi Falkenhagen, Roef Ragas, Hakim Traidia, Soraya Traïdia. Fotografía: Jacques Laureys, Daniel Reeves. Música: Fons Merkies.

Sinopsis: una mujer de origen polaco ingresa en Holanda a través de un enlace en este país, que la obliga a prostituirse. Agobiada por el mal trato y las vejaciones a que es sometida, opta por escarparse. Finalmente es encontrada por un campesino que le brinda, además de su casa, protección y cariño.

El inicio de la película nos toma de sorpresa, igual que le ocurre a Henk, un solitario campesino que casualmente encuentra una mujer desnuda, escondida en un árbol de su granja. Se trata de Anna, que cansada de ese mundo oscuro de la prostitución ha escapado de sus “jefes”. Después de reponerse ante semejante encuentro, el hombre toma la mujer en sus brazos y la lleva a su casa; allí, la baña, le cura algunas heridas, y le ofrece amparo.

Henk, que ha vivido solo desde hace muchos años, ofrece a la mujer el pasaje para que pueda retornar a su país de origen, pero ella se niega, y le insiste que le permita quedarse, a cambio de trabajar para él. Los dos desconocidos asumen un pacto de mutua ayuda: ella se encarga de las tareas hogareñas, y él proveerá techo y comida.

Pasados unos días, es notoria la presencia de la mujer, quien con sus cuidados va dejando su huella en el ambiente de la casa que se llena de sutiles y hermosos toques femeninos: un florero en la mesa, un mantel, una comida bien servida. Estos pequeños detalles, que también provienen de Henk, harán que la relación entre éste y Anna evolucione.

La narrativa de la película nos recuerda el cine de Kaurismaki, tan escaso en diálogos, ya que debido a las barreras idiomáticas de los protagonistas no es posible que mantengan una comunicación verbal fluida y deben hacerlo a través de gestos y miradas. A pesar de esta dificultad en la comunicación, Anna y Henk van complementándose, van compartiendo su cotidianidad, y poco a poco, surge entre ellos una hermosa historia de amor.

Pero la economía de recursos no se limita solo a los diálogos, sino que está presente en una puesta en escena completamente austera, similar a la que encontramos en las películas del director finés. Igual sucede con la banda sonora, y particularmente con la música, que está circunscrita a unos pocos momentos de la historia.

Uno de los puntos fuertes de la película que nos ocupa es, sin lugar a dudas, el notable trabajo actoral de Monique Hendrick, en el papel de Anna, en un papel totalmente contenido, que la revela como una actriz de enorme talento. Por su parte, Jaap Spijkers, quien interpreta a Henk, borda su papel de manera magistral, y constituye un logrado complemento para su compañera de escena.

“La novia polaca” es un film sin mayores ambiciones, ni alardes en la utilización de recursos muy sofisticados. Karim Traidia elige contar una historia de una manera muy personal, pero con gran sentido de la narración y nos ofrece una película emotiva, llena de sutilezas, que termina atrapándonos.

No obstante la sencillez y simplicidad de la película, llama la atención la capacidad que tiene para plantear reflexiones muy profundas, sobre el encuentro entre hombres y mujeres que, en base al respeto de sus diferencias, logran construir una relación armónica, llena de amor.

Premios:

1998: Premio de la Crítica en Cannes.                                                                          1998: Globos de oro: Nominada Mejor Película Extranjera.

SECUELAS

Por: Mario Arango Escobar.

Rezyser_Poklosia_Piotr_5940076WLADYSLAW PASIKOWSKI

Nació en 1959 en en Lodz, (Polonia).

Su primera película “Kroll” (1991) fue galardonada con el premio del Festival de Cine Polaco, y en ella se nos cuenta la historia de un soldado, que deserta ante la noticia de que su esposa está teniendo una aventura con su mejor amigo.

En el año 1992, realiza “Cerdos” (Psy) una de las películas polacas más influyentes de la década de 1990. El film nos presenta la historia de Franz Maurer, un teniente de la policía secreta comunista que trata de sobrevivir en una «era de las verificaciones» tras el regreso de democracia.

“Demonios de la guerra de Goya” (Demony wojny według Goyi, 1998). La película hace referencia a la serie de grabados realizados por el pintor español Francisco de Goya en los primeros años del siglo XIX.

“Operación Samum” (Operacja Samum) realizada en 1999. La guerra entre Irak y Kuwait está a punto de comenzar. Pawel un ingeniero polaco, es capturado por el servicio secreto iraquí. Su padre, un militar retirado, viaja a Irak para tratar de rescatar a su hijo.

“Secuelas” (Poklosie, 2012) película que analizaremos en nuestro cineclub.

4083291-poklosie-882-660SECUELAS/POKLOSIE. 2012. GÉNERO: DRAMA. PAÍS: POLONIA. DURACIÓN: 100’.

Dirección y guión: Wladyslaw Pasikowski. Intérpretes: Maciej Stuhr, Ireneusz Czop, Zbigniew Zamachowski, Danuta Szaflarska, Jerzy Radziwilowicz, Zuzana Fialová, Wojciech Zielinski, Danuta Borsuk, Andrzej Mastalerz. Fotografía: Pawel Edelman. Música: Jan Duszynski.

Sinopsis:   La película cuenta cómo un hombre polaco, que vive en Estados Unidos, retorna al pueblo de su nacimiento y revela lo que ocurrió durante el período de la ocupación nazi.

Inspirándose en el libro homónimo del historiador Jan Tomasz Gross y con reminiscencias del mejor cine de Costa Gavras, Wladyslaw Pasikowski, recurre a un hecho que podría haber pasado desapercibido, para mostrarnos un fragmento de la historia de Polonia, que se mantuvo oculta por mucho tiempo, y que aún hoy, llena de vergüenza a este país.

La acción se desarrolla en los años 60, y se refiere a una historia real, relacionada con una masacre de judíos, a cargo de un grupo de polacos de Jedwabne, para apoderarse de las tierras de aquellos.

La historia se inicia con el regreso a su pueblo natal de un hombre polaco, residente en Chicago y cuyo interés inicial es el de averiguar el motivo por el cual su cuñada abandonó a su hermano menor.

La narrativa del film aborda de manera muy lograda las dos vertientes a través de las cuales discurre la historia. Por un  lado, la que tiene que ver con los dos hermanos, su reencuentro con su pasado, con sus recuerdos…Y por otro lado, la revelación de hechos que ambos desconocían, sobre la masacre de judíos (a manos de polacos y en complicidad con los nazis),  ocurrida durante la Segunda Guerra Mundial, en la localidad polaca de Jedwabne, y en la cual la participación de su padre fue fundamental.

El film también muestra hasta qué punto la realidad puede ser distorsionada como consecuencia de la presión social. Recordemos cómo, al inicio de la historia, el hermano mayor confía plenamente en los vecinos, y luego descubre que estaba errado.

Además del bien logrado trabajo de Pasikowski en la elaboración de un guión, sólido que sirve de base a esta interesante película, es menester destacar su trabajo como director, al lograr un trabajo de notable acabado.

Destacable, como otro de los puntales de “Poklosie”, es el trabajo de interpretación a cargo de Maciej Stuhr y Ireneusz Czop. Ambos actores se “meten”, literalmente en sus personajes, y logran convencer con sus respectivas caracterizaciones.

Dentro de los elementos técnicos, además de una puesta en escena impecable, sobresale la maravillosa banda sonora, a cargo de Jan Duszynski, en la que habría que destacar la melodía musical de una sensibilidad impactante, muy acorde con el tema del film.

“Secuelas” es un film imprescindible que aborda, de manera muy acertada, un tema tabú. Imprescindible porque nos muestra lo absurdo de la guerra y además, porque a través de películas como ésta es posible acabar con los prejuicios raciales que todavía subsisten en el mundo.

LIKE SOMEONE IN LOVE

Por: Mario Arango Escobar.

kiarostamiABBAS KIAROSTAMI

Nació el 22 de junio de 1940 en Teherán (Irán). Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Teherán mientras se ganaba la vida como diseñador gráfico, ilustrador de carteles y director de anuncios publicitarios. En 1969 fundó la sección de cine del Instituto para el Desarrollo Intelectual de Niños & Adultos Jóvenes, donde dirigió sus primeros cortometrajes.

En su primera película, “El pan y la calle” (Nan va Koutcheh, 1970) Kiarostami explora el terreno de las imágenes y la relación entre realismo y ficción.

“¿Dónde está la casa de mi amigo?” (Khane-ye Doust Kodjast, 1987) es la historia de un niño que busca la casa de uno de sus compañeros para devolverle su cuaderno.

“Deberes” (Mashgh-e Shab), 1989) excelente ejemplo de cine cálido y poético en el que denuncia los aspectos más duros de la sociedad iraní.

“Primer plano” (Nema-ye Nazdik, 1990) mezcla de documental y drama a través de una historia en la que un fanático del cine finge ser el reputado director Moshen Makmalbaf.

“Y la vida continúa” (Zendegi va digar hich,1992) narra la tragedia humana provocada por el gran terremoto que sufrió Irán en 1990. Un director de cine y su hijo deciden, tras el terremoto, visitar el pueblo donde realizaron “¿Dónde está la casa de mi amigo? para saber cómo estaban los niños actores que participaron en ella.

En el 1994 realiza “A través de los olivos” (Zire darakhatan zeyton) una nueva versión de “La vida continúa”, pero con una historia de amor de por medio.

“El sabor de las cerezas” (Ta’m e guilass, 1997) fue su consolidación como director. La película, que narra la historia de un hombre de 50 años obsesionado con el suicidio, es una oda a la libertad individual.

“El viento nos llevará” (Bad ma ra khahad bord,1999) habla del rodaje de una película en la pequeña localidad kurdo-iraní de Siah Dareh, que provoca una pequeña revolución entre sus habitantes, convencidos de que los miembros del rodaje son en realidad buscadores de un tesoro que es halla en el cementerio local.

“ABC ÁFRICA” (2001). En respuesta a una invitación para rodar una película acerca de los huérfanos de enfermos de Sida en Uganda, Kiarostami y su equipo viajan hasta allí para documentarse y preparar el rodaje de un documental.

En el año 2002 rueda “Diez” (Ten) un riquísimo retrato de la situación de la mujer en la sociedad iraní.

“Shirín” (2008) es una película que muestra a las espectadoras (todas mujeres) de una sala de cine que están viendo una película basada en un cuento persa.

“Copia Certificada” (Copie conforme, 2010) una lúcida reflexión sobre el arte, centrándose en la relación original y copia.

“Como un enamorado”/Like someone in love (2012) película que analizamos en el cineclub.

ff20120914a2aCOMO UN ENAMORADO/LIKE SOMEONE IN LOVE. 2012. GÉNERO: DRAMA. PAÍS: JAPÓN. DURACIÓN: 109’.

Dirección y guión: Abbas Kiarostami. Intérpretes: Rin Takanashi, Tadashi Okuno, Ryo Kase, Aoi Miyazaki, Denden. Fotografía: Katsumi Yanagijima.

Sinopsis: poética relación entre un profesor jubilado y una chica de compañía.

Sobre la pantalla en negro escuchamos el clásico tema de jazz, que han interpretado artistas como Frank Sinatra y Ella Fitzgerald, y que le da el título a la película.
El ruido de copas acompaña el murmullo de una conversación…Aparecen las primeras imágenes, que ya nos sitúan en el interior de un bar. Seguidamente, la voz de una chica, fuera de campo, que sostiene una conversación a través del teléfono. Mientras tanto, otra chica, que aparece en pantalla, gesticula con la muchacha que aún no conocemos…Pocos minutos después, la cámara nos presenta a la primera mujer, que todavía conversa con un hombre, que luego, nos enteramos, es su novio.

Esta genial introducción, nos pone de presente la maestría de Kiarostami para jugar con todos los elementos del lenguaje cinematográfico, y al mismo tiempo, nos prepara y nos pone en sintonía con el que será el tono dominante del film: la manipulación, por parte del director iraní, de nuestras expectativas frente a la historia.

Posteriormente, acompañamos a Akiko, una de las muchachas del bar, en su largo recorrido por las calles de Tokio, para atender la cita que su jefe le ha concertado con uno de los clientes. Durante el recorrido en taxi por la capital nipona, nos enteramos que la abuela de la muchacha ha venido a la ciudad para visitarla, y está muy deseosa de reunirse con ella, según lo expresa en los repetidos mensajes que ha dejado en el teléfono de la joven, quien no presta el más mínimo interés en el deseo de la abuela. Finalmente Akiko llega a su destino, y es recibida por un hombre mayor, que la trata con gran delicadeza y respeto.

A partir de este inesperado encuentro (pues esperábamos una noche de sexo) la historia cambia radicalmente para mostrarnos la tierna relación que se establece entre el profesor y la muchacha. Una relación que a medida que el metraje avanza será más próxima a la de un abuelo y su nieta.

Aunque en ningún momento el director aclara la verdadera relación entre la joven y el profesor, si nos suministra una serie de datos que hacen pensar que su encuentro no ha sido tan casual, y que los vínculos de sangre no se pueden descartar. A este respecto habría que mencionar por ejemplo, la sopa que el anciano le prepara a Akiko, la misma que su abuelita solía ofrecerle repetidamente. Otro elemento a tener en cuenta sería el cuadro de una mujer joven (que está colgado en el apartamento del profesor) y que guarda un sorprendente parecido con Akiko.

Y hablando del cuadro que vemos en la sala del señor Takashi, y que suscita una interesante discusión entre éste y Akiko, podemos descifrar que Kiarostami se vale de este detalle aparentemente intrascendente, para continuar su reflexión sobre el arte, sobre el original y la copia, que fuera uno de los temas tratados en su anterior película, “Copia certificada”.

Otra relación que podemos señalar con el anterior trabajo del director iraní, es el juego que establece al sugerir ese conflicto entre lo que somos, lo que pretendemos ser y lo que lo demás, piensan que somos. Takashi es un desconocido para Akiko, o es realmente su abuelo? Así lo ve su vecina, y así lo ve el novio. Igual sucedía en “Copia certificada”, era difícil aclarar si el escritor era el ex−marido de la galerista o un nuevo pretendiente…

Demostrando una gran madurez estilística, Kiarostami exhibe en ésta, su segunda obra realizada por fuera de Irán, todos los elementos que ya le son propios, y que convierten su cine, en “Cine de autor”. El extraordinario manejo del tiempo real, a través de planos largos, la escasez de diálogos, el ritmo pausado, el minimalismo en la puesta en escena, la importancia de los silencios…

Mención especial merecen las interpretaciones de Rin Takanashi (Akiko) y Tadashi Okuno (el profesor Takashi Watanabe). Ambos actores demuestran su talento en unas actuaciones contenidas, realistas, llenas de matices, y que logran convencer. Aquí también está presente el talento de Kiarostami en lo relacionado con la dirección de actores, ya que en esta oportunidad, todo el elenco es japonés.

Sorprendente desenlace, con el fuera de campo (igual que al comienzo), y los pasos del novio de Akiko que hablan de su proximidad. Este recurso, magistralmente empleado, envuelve las últimas secuencias en una atmósfera de gran suspenso…Y ese final, como es ya habitual en el mejor Kiarostami… abierto, para que cada espectador lo complete por cuenta propia.

“Like someone in love”, un poema visual a través del cual, Kiarostami nos quiere hablar, además de seres solitarios, necesitados de amor, de cómo las nuevas generaciones, totalmente occidentalizadas, adoptan costumbres foráneas y dejan de lado las tradiciones de sus antepasados.

TIEMPO DE MORIR

Por: Mario Arango Escobar.

dorota-kedzierzawska-01DOROTA KEDZIERZAWSKA

Nació en Lodz (Polonia) en 1957. Se graduó en Estudios Culturales en la Universidad de Lodz en 1981.  Estudió dos años de dirección de cine en Moscú y regresó a Lodz donde se graduó en la Escuela Nacional de Cine.

Con «Diablos, Diablos» (Diabły, diabły, 1991), recibió Mención Honoraria como directora en el Festival de Cine Polaco de Gdynia.

En su filmografía se destcan obras como “Cuervos” (Wrony, 1994). Con este film recibió el premio Coup de Coeur en Cannes y los premios de los periodistas y del público en Gdynia. Es la historia de una niña que no cuenta con el amor de su madre. Para compensar sus carencias afectivas, secuestra a una compañera de clase, pretendiendo convertirse en madre de la pequeña.

Por Nada (Nic), Kędzierzawska obtuvo la mejor dirección en los Premios Águila de Cine de la Academia en Polonia en 1998. «Yo soy» (Jestem) fue por su parte laureado con el Premio especial del Jurado en el Kinderfilmfest de la Berlinale 2006 y ganó también la Mejor Cinematografía, Banda Sonora y Sonido en los Premios Águila en 2005. En este film, Kundel es un niño que escapa de un orfanato para encontrarse con su madre, pero ésta lo rechaza, por lo que el pequeño tiene  que emprender una dura lucha por sobrevivir.

“Tiempo de morir”/Pora umierac (2007) película que analizaremos en nuestro cineclub.

“Mañana será mejor”/Jutro bedzie lepiej (2010). Crónica de tres niños solos que tienen un deseo común: alcanzar la frontera y cruzar hasta ese lugar que para ellos representa la promesa de una nueva vida. «Otro mundo» (Inny Swiat, 2012).

TIEMPO DE MORIR

126135.1TIEMPO DE MORIR/PORA UMIERAC. (2007) GÉNERO: DRAMA. PAÍS: POLONIA. DURACIÓN: 104’.

Dirección y guión: Dorota Kedzierzawska. Intérpretes: Danuta Szaflarska, Krzysztof Globisz, Malgorzata Roznatowska, Tereska de Robert, Agnieszka Podsiadlik. Fotografía: Artur Reinhart. Música: Wlodzimierz Pawlik.

Sinopsis: Poética mirada a los últimos años de una mujer mayor, que comparte su mundo y sus recuerdos con su fiel perra.

Después de apreciar este film, llego a la conclusión, que seguramente compartirán los que hemos tenido este placer, que “Tiempo de morir”, constituye un verdadero hallazgo. Desde cualquier punto de vista, esta es una auténtica joya cinematográfica.

Empezaré por alabar la sencillez de la historia: una mujer anciana y su perra que viven en un inmenso caserón. Con Phila, como se llama el animal, la mujer comparte su existencia. Y no sólo el presente, también el pasado; los recuerdos hermosos de su juventud ya lejana, cuando se enamora por vez primera. Con Phila, juega, discute, y conversa…    Entre ambas se establece una complicidad a toda prueba, que cautiva hasta el espectador más desprevenido.

Para dar vida a Aniela, la protagonista de esta historia, la cineasta polaca ha tenido el acierto de encargar su interpretación a la destacada actriz  Danuta Szaflarska, quien a sus 91 años nos regala una verdadera lección de buen hacer. Sorprendente su capacidad para trasmitir, con sutiles gestos y miradas llenas de picardía, todo el mundo interior del personaje a tal punto que todo el peso del film recae sobre sus espaldas. Literalmente se devora la pantalla con su notable caracterización.

Punto aparte merece la participación de Philadelphia, que llega a convertirse en un personaje más del film. La empatía que se establece entre ésta y Aniela es maravillosa, y se constituye en uno de los puntales de la historia.

Indudablemente, otra de las fortalezas de “Tiempo de morir”, es lo bien estructurado de su guión, que se centra en lo esencial, con una mezcla muy equilibrada de humor y drama que hacen un verdadero deleite su visionado.

La fotografía a cargo de Arthur Reinhart, en un blanco y negro absolutamente exquisitos, que confiere a la película esa atmósfera nostálgica y poética, habla de la gran sensibilidad estética de su directora. Lo mismo podría decirse de  la iluminación. Magistral resulta el juego con las luces y las sombras para crear imágenes de una singular belleza que permanecen en la retina del espectador.

Con un manejo de la cámara como pocas veces se tiene la oportunidad de apreciar, Kedzierzawska compone cada plano como si estuviera pintando un cuadro. Recordemos esos primeros planos de la anciana, sobre fondo blanco o negro…La vidriera de la ventana donde observa diariamente a sus vecinos…el  columpio…y esa forma de hablarnos de los recuerdos de Aniela, utilizando tan bellamente el difuminado, y ese efecto de inestabilidad que los hace próximos a los sueños…

“Tiempo de morir” es una película que a través de su simplicidad nos propone una gran variedad de lecturas sobre la vejez. Además de un retrato muy realista del mundo de los ancianos, su soledad, su entorno familiar, también nos presenta una mirada positiva, encarnada en Aniela, una mujer que no pierde su autonomía, que no se siente agobiada por los años, y que aún disfruta, como una adolescente, de estar en medio de una tormenta… o de treparse al columpio, y volar!!!! Toda una lección de vida…

Premios:                                                                                                                       2007: Festival de Cine de Polonia: Mejor actriz (Danuta Szaflarska).

MUNDO INJUSTO

Por: Mario Arango Escobar.

FESTIVAL DE CINE SAN SEBASTIÁNFILIPPOS TSITOS

Nació en Atenas (Grecia) en 1966. Estudió Administración de Empresas, y simultáneamente empezó a trabajar en radio y televisión. Fue ayudante de dirección y fotógrafo.

En 1991 viaja a Berlín para estudiar en la Academia Alemana de Cine. Una vez finaliza sus estudios, inicia su carrera como director de programas y cortometrajes para televisión.

Incursiona en el largometraje con “My Sweet Home”, con la cual participó en el Festival de Cine de Berlín. Un grupo de historias tragicómicas que recogen las vivencias de personas que han perdido la esperanza en la vida.

En el año 2009 realiza “Akadimia Platonos”. La xenofobia y la desintegración de la identidad griega son el centro de esta comedia.

«Mundo injusto» (Adikos kosmos) del año 2011, que analizamos en el cineclub.

1322145241_616x350MUNDO INJUSTO/ADIKOS KOSMOS. (2011). GÉNERO: COMEDIA-DRAMA. PAÍS: GRECIA. DURACIÓN: 118’.

Dirección: Filippos Tsitos. Guión: Dora Masklavanou, Filippos Tsitos. Intérpretes: Antonis Kafetzopoulos, Christos Stergioglou, Theodora Tzimou, Minas Hatzisavvas, Yorgos Souxes, Laya Yourgou. Fotografía: Polidefkis Kyrlidis. Música: Jose Van der Schoot.

Sinopsis: comedia dramática que narra las peripecias de Sotiris, un funcionario de policía obsesionado con hacer del mundo un lugar más justo. Un día decide perdonar a todos aquellos pobres para los que la vida es injusta…

Como el más aventajado alumno de Aki Kaurismaki, el director griego nos regala esta magnífica tragicomedia, ambientada en la Grecia de nuestros días. Siguiendo los lineamientos presentes en la cinematografía del finlandés, Tsitos nos introduce en la historia de Sotiris, ese policía que parece agobiado por la vida, y cuya concepción de la justicia es la idea fundamental del film.

El ritmo lento de la película, unos personajes que se comunican más a través de silencios que de palabras, espacios urbanos lúgubres, y una decoración escasa en los espacios interiores, remiten a obras como “Contraté un asesino a sueldo”, “Luces al atardecer” o “Crimen y castigo”, ejemplos del mejor Kaurismaki. Los colores agrisados y fríos, como también lo son del director nórdico, hablan aquí, a mi parecer, de la crisis económica que vive el pueblo griego.

Desde las primeras imágenes que dan inicio al film, se percibe la intención del director a través de las acciones de Sotiris (llenas de un humor absurdo), de ir en contra de un sistema en el cual se ha perdido toda esperanza. Este tono de ironía, y de sátira se mantiene a lo largo del metraje y va ganando en intensidad a medida que la historia avanza.

La atmósfera tristona de la historia está magníficamente reforzada por acordes de piano, igualmente melancólicos, pero de gran belleza, a cargo del compositor Jose Van der Schoot. Al mismo propósito de generar un clima gris, acorde con la vida del policía, sirve una iluminación que llama la atención por su marcado acento teatral.

Con respecto al uso de la cámara, el director griego muestra un marcado interés por la geometría al momento del encuadre, recordemos los frecuentes planos ascendentes o descendentes para mostrarnos el edificio donde viven los protagonistas. Así mismo, deudores de esta casi obsesión, son los bellísimos desplazamientos laterales que nos hacen conocer, desde todos los ángulos, el parque donde los enamorados se encuentran.

En cuanto a los personajes protagónicos. Sobresaliente el trabajo actoral de Antonis Kafetzopoulos, interpretando a un personaje que prácticamente no evoluciona, pero que logra mantener y trasmitir esa actitud de derrota que percibimos en Sotiris. Igualmente, con respecto a Theodora Tzimo, en el papel de la mujer encargada de la limpieza, podemos afirmar que su personaje está interpretado con sobrado talento.

“Un mundo injusto” un hermoso cuento moral que termina con un final lleno de poesía que sugiere un escape imaginario a ese edén representado en la maqueta de la isla, en la que finalmente, se imponen los colores brillantes, y alegres como símbolo de la esperanza…y del posible amor.

Premios:                                                                                                                       2011: Festival de San Sebastián: Mejor director, mejor actor (Antonis Kafetzopo).

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